Alimentación durante los meses de frío.
Con el cambio de estación y estos cambios de tiempo. Cada vez es más fácil coger un resfriado. Aunque muchas de las enfermedades respiratorias comunes que sufrimos durante los meses de frío se producen por una gran variedad de virus. Aparecen por contagio.
Viene dada por una bajada de defensas más que por las condiciones meteorológicas. Por lo tanto si influye la alimentación. ¿no creéis?
El mayor número de casos de resfriados durante la estación de frío puede atribuirse a la mayor cantidad de personas que están en lugares cerrados y en contacto estrecho. Como puede ser en oficinas, colegios, centros comerciales…
Los niños menores de 5 años son los que más se contagian, y lo hacen de forma repetida, de media entre 3 y 5 veces al año.
¿es importante la alimentación?
Por supuesto. Es muy importante proteger y fortalecer el sistema inmunológico. La alimentación es un factor clave para reducir resfriados.
Necesitamos un aporte de vitaminas y minerales, que en esta época del año a menudo es insuficiente por la disminución del consumo de frutas y hortalizas crudas.
Los cereales integrales.
Son una fuente muy rica y completa de minerales y vitaminas. Sobre todo los niños. Que son más propensos a coger estos catarros.
El déficit de algunas vitaminas puede debilitar nuestro sistema inmunitario y aumentar las probabilidades resfriarnos.
Una alimentación equilibrada y variada con una carga vitamínica adecuada es muy importante.
Consumir alimentos ricos en lisina es importante.
¿qué es la lisina?
Aminoácido esencial que contribuye a aprovechar de forma óptima los alimentos, produciendo más energía. Existente en las proteínas sintetizadas que el organismo de los seres vivos necesita para su crecimiento. Favorece un fortalecimiento del sistema inmunológico.
Como el organismo no la produce, la lisina se debe obtener de alimentos diariamente. Algunas fuentes ricas en lisina son las proteínas de origen animal, como la carne, los lácteos y los huevos. También la encontramos en las legumbres.
Los probióticos.
Son de gran importancia para tener un sistema inmunológico fuerte. Estos se pueden encontrar en alimentos como algunas leches fermentadas: yogures o quesos
El hierro y otros elementos similares.
Intervienen en el buen funcionamiento de la respiración, estimulan el sistema inmunitario y la resistencia física.
Las mejores fuentes de hierro son las carnes, pescados y huevos. También alimentos vegetales como legumbres, cereales integrales y algunas verduras como las espinacas.
El hierro de los alimentos de origen vegetal se absorbe en menor proporción, aunque se puede favorecer si se consume junto con alimentos ricos en vitamina C como cítricos y algunas verduras y hortalizas.
Consejos
Debemos seguir la norma de «5 al día», que consiste en introducir en la dieta tres piezas de fruta al día y dos platos que incluyan verduras.
En los meses de frío, no hay que dejar de tomar productos fríos o crudos, ya que nutricionalmente mantienen mejor la composición de vitaminas antioxidantes, como la vitamina C, pero sí es cierto que apetecen platos más calientes como la sopa.
Intentarlo en la manera de lo posible. Vereis como si cambiáis vuestra alimentación mejorareis en salud.